
Propongo que los responsables de la deforestación de la Amazonía sean juzgados de crímenes contra la humanidad, ya que estos ataques medioambientales afectan a la población del planeta de hoy y a las venideras pues la Amazonía representa un gran pulmón natural que recicla la atmósfera terrestre y un hermoso paraíso natural. La creciente demanda europea de carne y la apertura del insaciable mercado chino a las importaciones de cereales multiplican los peligros que se ciernen sobre uno de los últimos paraísos naturales de la tierra y sobre los 75 grupos étnicos que lo habitan. Con el fin de conquistar nuevos espacios para la cría de ganado y el cultivo de soja, están acabando con el ecosistema con mayor biodiversidad del planeta que se convertirá en un desierto en un plazo de entre 50 o 100 años. Verdaderamente lamentable.
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