LIBERTAD CONSTITUYENTE
!YA!


Mientras no exista REPRESENTACIÓN ni SEPARACIÓN DE PODERES, los partidos políticos controlarán la nación española. El Pacto y el consenso es el enemigo número uno de la libertad política.

Porque la libertad no se otorga ni adviene, se conquista. MCRC por la República Constitucional.


martes, 26 de febrero de 2013

El valor de un ser humano

Advertencia: este video contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad.



Este pequeño video resume en unos fántasticos 10 minutos, el valor de las cosas y lo realmente importante en nuestra vida. Duro e impactante, deja al descubierto y nos muestra en toda su crudeza la esclavitud generada por el papel moneda. El dinero un invento del hombre que actualmente no cumple su función para la que fue creado, que no fué más que la de facilitar el intercambio de bienes. Y que actualmente se ha convertido en un fin más que en un medio. El sistema creado y perpetuado por las élites para esclavizar y someter a la raza humana, y que al mismo tiempo arrebata el valor intrínseco al ser humano.

Fuente: Canal:  La Gazzetta del Apocalipsis

sábado, 23 de febrero de 2013

El genocidio y el "nuevo dinero"

Nos dirigimos hacia una explosión hiperinflacionaria y una reforma monetaria, que se convertiría en un genocidio a escala planetaria.
De hecho ya hay grupos que ven a la hiperinflación, junto con una posterior reforma monetaria, como la única salida a la llamada "crisis" financiera (el colapso de sus burbujas especulativas internacionales). El problema es que esos sectores de la élite buscan una salida para ellos, no para el resto de la población mundial. Una explosión hiperinflacionaria del sistema financiero dejaría prácticamente a todo el mundo sin los bienes más básicos para subsistir. Y junto con una reforma monetaria ("el nuevo dinero") para salvar a una minoría, representaría el genocidio más grande que nunca se haya visto.
No se trata de una teoría conspiranoica, sino que es la única opción que le queda a la oligarquía financiera, después de que su último truco bajo la manga -- la impresión masiva de dinero-- haya derivado en el callejón sin salida de la hiperinflación. Incluso pareciera que la política del gobierno de Obama y Bernanke en EEUU así como la de gobiernos en Europa, tienen precisamente por objetivo la hiperinflación: cualquier persona mínimamente pensante sabe que recortes y austeridad radical en la economía real, junto con rescates millonarios para instituciones financieras son LA PEOR COMBINACIÓN POSIBLE ya que genera HIPERINFLACIÓN, es decir un Tsunami de dinero sin ninguna relación con la realidad, que rápidamente pierde todo su valor.


                                      ¿Qué pasaría sin la ley Glass-Steagall?

Pero este colapso no sucede en una situación estática. La rabia e indignación contra el genocidio financiero crece día a día en la población. Hemos llegado a un punto donde si los líderes políticos y lobbies financieros siguen bloqueando la introducción del estándar Glass Steagall (o su equivalente como hemos visto en Islandia) aparte de la deriva hiperinflacionaria veremos la explosión más grande de odio contra la clase política en la historia moderna.

Si no instauramos de nuevo un estándar Glass Steagall inmediatamente, para eliminar el parásito financiero y evitar la hiperinflación, tendremos un genocidio como nunca se ha visto en este planeta.

jueves, 21 de febrero de 2013

Bárcenas: el cartero de la crisis


La escopeta irracional

La prensa internacional se pregunta con asombro por qué en este país no dimite ni Dios, ni siquiera después del ejemplo dado por su infalible representante en la Tierra. En cambio, los españoles, que han hecho del esperpento un género teatral y cultivan el amor por lo grotesco desde Goya al bombero-torero, aguantan con una mueca entre el estupor y la rabia una existencia a medio camino entre el realismo mágico latinoamericano y el realismo sucio de los narradores del Norte. Y es que la persistencia de lo excepcional –que no lo maravilloso- está alcanzando en nuestras vidas unos niveles de intensidad difícilmente soportables. Nos levantamos con la noticia de que un ladrón mantenido en nómina hasta hace dos meses por el partido del Gobierno, llega de unas relajantes vacaciones de esquí en Canadá y nos dedica a todos en el aeropuerto una peineta digna del tronío de Marifé de Triana. Y nos acostamos sabiendo que otra ciudadana se ha prendido fuego en una sucursal bancaria mientras gritaba: ¡Me lo habéis quitado todo! Leemos en las noticias una ristra de correos electrónicos que implican al Rey y a la infanta en la trama de corrupción del caso Nóos sin que la fiscalía encuentre nada sospechoso; y recordamos cómo al mismo tiempo se pide año y medio de prisión para un joven que arrojó dos huevos durante las pasadas protestas contra la sede del PP en Barcelona, y que nos mostró a todos los hematomas del maltrato al que fue sometido durante una detención de 36 horas.

Se recortan por enésima vez los presupuestos en sanidad, becas, investigación y cultura y se aumentan en un 1780% los equipamientos en material antidisturbios. Nos falta levitar. Claro que ya algunos niños se nos están desmayando de hambre en los colegios.

Y como también somos muy aficionados a las cruzadas regeneracionistas y a los heroicos salvapatrias, no nos faltan estos días postulantes de toda condición. Véanse las propuestas de la señora Aguirre, que pretende que nos hagamos todos una lobotomía exprés y la consideremos solo en su reinventada faceta de talentosa cazatalentos.

Está la señora Rosa Díez, que se presenta como alternativa necesaria, y cuya demagogia derechona tiene tanto de alternativa y de necesaria como los discursos de José Antonio Primo de Rivera. Y tenemos también a Beatriz Talegón, la nueva chica yé-yé del PSOE, que entre pucheros denuncia que la policía acabe escoltándola en una manifestación ciudadana. Se queja la pobre de que ella era muy pequeña cuando lo del GAL, pero no recuerda que ya ejercía cargos en un partido del que sigue teniendo carné cuando hace cinco años su compañera de filas, la entonces Ministra de Vivienda, Carme Chacón, anunciaba que en Madrid se abrían los primeros seis juzgados destinados a agilizar desahucios.

Y mientras, Draghi nos exige sacrificios –que él llama económicos y nosotros humanos–, Rajoy nos pide confianza ciega y la Iglesia nos recomienda lo de siempre: fe y resignación.

No es de extrañar que algunos ciudadanos –que pueden permitírselo porque aún no les alcanza la sombra del desempleo y la penuria– opten por creer que lo mejor es cerrar los ojos y aguantar el chaparrón frente a los realitys televisivos que ofertan tómbolas de caridad. Aunque habría que animarles a ver cómo los ciudadanos griegos, que también creían que lo suyo era temporal, se pisan para alcanzar unas migajas de los camiones que reparten alimentos, mientras otros se organizan y dan la cara para que se la rompan los antidisturbios de su país.

No es de extrañar que la falta evidente de alternativas políticas a la corrupción organizada de nuestro sistema de partidos, lleve a algunos ciudadanos a practicar el activismo de café y concluir que esto no tiene solución. Aunque habría que recordarles que ni las primeras sufragistas, ni los negros que lucharon por sus derechos en la Norteamérica segregacionista o en la Sudáfrica del apartheid, ni los comunistas y socialistas que se dejaron la vida en las comisarías de Franco para que después viniera la democracia que pudimos disfrutar y ahora padecemos en su forma más pervertida, tampoco se encontraron en su día una realidad que precisamente les ofreciera alternativas o soluciones evidentes y fáciles por las que luchar. Pero lucharon.

Tras el 23 de febrero del 81 pudimos celebrar que la España más negra no lograra asfixiar nuestra entonces naciente democracia. Es triste pensar que treinta y dos años después tengamos que salir de nuevo a defenderla. Tan triste como necesario. Por eso algunos ciudadanos, que están llegando al Parlamento con sus voces y sus iniciativas, que están evitando que se saque a la gente de sus casas, que están poniendo en peligro sus puestos de trabajo y perdiendo sus ojos con sus denuncias, organizan este 23 de febrero próximo una acción de protesta masiva, la Marea Ciudadana, para que las calles se inunden con las voces de tod@s.

Se nos están acabando las excusas y nos van sobrando las razones. Piénsalo antes de no sumar tu gota, porque después no podrás quejarte de que llueve sobre mojado.
Fuente: una ciudadan@ indignada

lunes, 18 de febrero de 2013

La desintegración del sistema financiero



Hemos llegado a un punto decisivo en el colapso del sistema financiero internacional. Cada vez más gente se da cuenta de que, con la amenaza inminente de hiperinflación, la única salida es eliminar la parte especulativa del sistema, y volver a invertir en el desarrollo de la economía real. La pregunta, ahora, es si seremos capaces de reaccionar a tiempo para introducir esos cambios, o si seguiremos pagando deudas especulativas e ilegitimas, al tiempo que los gobiernos se arrodillan ante los "mercados" e imponen medidas de austeridad que son a todas luces ineficaces, injustas y genocidas. 

En España, a pesar de haber visto en el último año todo tipo de movilizaciones en contra de los recortes, las privatizaciones y la austeridad genocida, no tenemos todavía una marea ciudadana que se movilice en favor de soluciones. Ese es nuestro trabajo. Si no nos movilizamos con soluciones específicas, comenzando con la introducción de una Ley Glass Steagall, veremos cada vez más la utilización de trucos mediáticos y manipulación para radicalizar la situación, y evitar que se pueda realizar un cambio pacíficamente. La aparición, justo en este momento, de atentados perpetrados por extraños grupos "antisistema", así como el circo mediático en torno tensiones "independentistas" y a escándalos de corrupción responden a esa "estrategia de tensión", con la intención de dividir y distraer a la población, y evitar que juntos logremos la discusión e introducción de alternativas reales.

 
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 Los "expertos" del Banco Central Europea y del FMI insisten que con un poco más de esfuerzos, recortes y sufrimiento en algunos sectores, se puede salir de la "crisis". Dicen que siempre podrán imprimir e inyectar más dinero si fuera necesario. Insisten que tienen todo bajo control.¡¡PERO ESO NO ES VERDAD!! Sólo un cambio total en el sistema financiero puede evitar que la situación empeore radicalmente con una explosión hiperinflacionaria de todo el sistema.







 En Islandia, Francia, Italia y Alemania ya existe un debate público sobre la separación entre la banca comercial y la banca especulativa. Hay un cambio de marea en favor de una reorganización total del sistema financiero, y el regreso a un estándar Glass Steagall está en el centro de esa movilización.