LIBERTAD CONSTITUYENTE
!YA!


Mientras no exista REPRESENTACIÓN ni SEPARACIÓN DE PODERES, los partidos políticos controlarán la nación española. El Pacto y el consenso es el enemigo número uno de la libertad política.

Porque la libertad no se otorga ni adviene, se conquista. MCRC por la República Constitucional.


jueves, 21 de febrero de 2013

La escopeta irracional

La prensa internacional se pregunta con asombro por qué en este país no dimite ni Dios, ni siquiera después del ejemplo dado por su infalible representante en la Tierra. En cambio, los españoles, que han hecho del esperpento un género teatral y cultivan el amor por lo grotesco desde Goya al bombero-torero, aguantan con una mueca entre el estupor y la rabia una existencia a medio camino entre el realismo mágico latinoamericano y el realismo sucio de los narradores del Norte. Y es que la persistencia de lo excepcional –que no lo maravilloso- está alcanzando en nuestras vidas unos niveles de intensidad difícilmente soportables. Nos levantamos con la noticia de que un ladrón mantenido en nómina hasta hace dos meses por el partido del Gobierno, llega de unas relajantes vacaciones de esquí en Canadá y nos dedica a todos en el aeropuerto una peineta digna del tronío de Marifé de Triana. Y nos acostamos sabiendo que otra ciudadana se ha prendido fuego en una sucursal bancaria mientras gritaba: ¡Me lo habéis quitado todo! Leemos en las noticias una ristra de correos electrónicos que implican al Rey y a la infanta en la trama de corrupción del caso Nóos sin que la fiscalía encuentre nada sospechoso; y recordamos cómo al mismo tiempo se pide año y medio de prisión para un joven que arrojó dos huevos durante las pasadas protestas contra la sede del PP en Barcelona, y que nos mostró a todos los hematomas del maltrato al que fue sometido durante una detención de 36 horas.

Se recortan por enésima vez los presupuestos en sanidad, becas, investigación y cultura y se aumentan en un 1780% los equipamientos en material antidisturbios. Nos falta levitar. Claro que ya algunos niños se nos están desmayando de hambre en los colegios.

Y como también somos muy aficionados a las cruzadas regeneracionistas y a los heroicos salvapatrias, no nos faltan estos días postulantes de toda condición. Véanse las propuestas de la señora Aguirre, que pretende que nos hagamos todos una lobotomía exprés y la consideremos solo en su reinventada faceta de talentosa cazatalentos.

Está la señora Rosa Díez, que se presenta como alternativa necesaria, y cuya demagogia derechona tiene tanto de alternativa y de necesaria como los discursos de José Antonio Primo de Rivera. Y tenemos también a Beatriz Talegón, la nueva chica yé-yé del PSOE, que entre pucheros denuncia que la policía acabe escoltándola en una manifestación ciudadana. Se queja la pobre de que ella era muy pequeña cuando lo del GAL, pero no recuerda que ya ejercía cargos en un partido del que sigue teniendo carné cuando hace cinco años su compañera de filas, la entonces Ministra de Vivienda, Carme Chacón, anunciaba que en Madrid se abrían los primeros seis juzgados destinados a agilizar desahucios.

Y mientras, Draghi nos exige sacrificios –que él llama económicos y nosotros humanos–, Rajoy nos pide confianza ciega y la Iglesia nos recomienda lo de siempre: fe y resignación.

No es de extrañar que algunos ciudadanos –que pueden permitírselo porque aún no les alcanza la sombra del desempleo y la penuria– opten por creer que lo mejor es cerrar los ojos y aguantar el chaparrón frente a los realitys televisivos que ofertan tómbolas de caridad. Aunque habría que animarles a ver cómo los ciudadanos griegos, que también creían que lo suyo era temporal, se pisan para alcanzar unas migajas de los camiones que reparten alimentos, mientras otros se organizan y dan la cara para que se la rompan los antidisturbios de su país.

No es de extrañar que la falta evidente de alternativas políticas a la corrupción organizada de nuestro sistema de partidos, lleve a algunos ciudadanos a practicar el activismo de café y concluir que esto no tiene solución. Aunque habría que recordarles que ni las primeras sufragistas, ni los negros que lucharon por sus derechos en la Norteamérica segregacionista o en la Sudáfrica del apartheid, ni los comunistas y socialistas que se dejaron la vida en las comisarías de Franco para que después viniera la democracia que pudimos disfrutar y ahora padecemos en su forma más pervertida, tampoco se encontraron en su día una realidad que precisamente les ofreciera alternativas o soluciones evidentes y fáciles por las que luchar. Pero lucharon.

Tras el 23 de febrero del 81 pudimos celebrar que la España más negra no lograra asfixiar nuestra entonces naciente democracia. Es triste pensar que treinta y dos años después tengamos que salir de nuevo a defenderla. Tan triste como necesario. Por eso algunos ciudadanos, que están llegando al Parlamento con sus voces y sus iniciativas, que están evitando que se saque a la gente de sus casas, que están poniendo en peligro sus puestos de trabajo y perdiendo sus ojos con sus denuncias, organizan este 23 de febrero próximo una acción de protesta masiva, la Marea Ciudadana, para que las calles se inunden con las voces de tod@s.

Se nos están acabando las excusas y nos van sobrando las razones. Piénsalo antes de no sumar tu gota, porque después no podrás quejarte de que llueve sobre mojado.
Fuente: una ciudadan@ indignada

No hay comentarios:

Publicar un comentario