El banco malo en última instancia es una empresa de gestión de activos que
compra todos los activos en quiebra, en definitiva todos los préstamos
tóxicos no rentables que los bancos y cajas tienen en sus libros, y,
posteriormente los gestiona. Inmediatamente surgen una serie de preguntas.
Quién crea esta empresa, con qué dinero, quién la gestiona. Y si la empresa
puede obtener un beneficio derivado de la “gestión” de los bienes que compra
a los bancos, ¿por qué no podrían los bancos manejarlos ellos mismos?
El gobierno deberá elegir entre sobrepagar por la compra de los activos
tóxicos, sin tocar a los acreedores extranjeros, en cuyo caso la fiesta la
acabarán pagando los contribuyentes patrios. O, alternativamente, proteger a
los ciudadanos españoles, infrapagando en la compra de dichos activos
podridos, siendo la gerencia, los propietarios y los acreedores extranjeros
quienes asuman el coste por haber llevado a la insolvencia a nuestro sistema
bancario, al asumir todos ellos riesgos excesivos.
Los inversores
privados de los bancos rescatados deberían sufragar la mayor parte de los
gastos de la limpieza del balance. No se preocupen, no ocurrirá, para eso
está Guindos en el Ministerio de Economía. Los tenedores de deuda sénior,
aquellos que tienen amigos en el gobierno, que a menudo están en el gobierno, los bancos, los ricos y los poderosos, los grandes inversores
están protegidos. En todo caso si alguien paga parte del rescate serán los
acreedores junior, es decir, los propietarios de acciones preferentes y
deuda subordinada, en su inmensa mayoría españoles.
Las acciones preferentes se ofrecieron a inversores profesionales que en su
mayoría se negaron a comprar. El gobierno y las élites financieras
decidieron que si el mercado profesional no las compraba, no quedaba más
remedio que venderlas a los ahorradores patrios a través de los bancos
locales, ofreciéndose bajo el calificativo de productos de bajo riesgo.Después de recortar los salarios, aumentar los impuestos, destrozar los
servicios públicos, acabar con los derechos de los trabajadores, autónomos y
clases medias, hundirían aún un poquito más al país, si al
final deciden que sean solo aquellos inversores que compraron acciones
preferentes quienes acaben pagando el plato roto de semejante desmán. Fuente: attacmadrid
Francisco Viyuela , analista financiero nos aclara perfectamente la estafa del banco malo que implica para los ciudadanos y los agentes que intervienen en esta trama fraudulenta.
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