Desacreditar Rusiagate es necesario por el bien de la humanidad

En la videoconferencia de la semana pasada, Helga Zepp LaRouche hizo una evaluación de la importancia de que el Presidente Trump ordenara desclasificar los documentos del “Rusiagate” relacionados con el intento de golpe del Departamento de Justicia y del FBI, en su contra. La publicación de estos documentos, junto con las revelaciones que hizo George Papadopoulos, quien le dijo a Fox News que fueron los británicos y sus homólogos australianos quienes le escogieron para sembrar las mentiras sobre el “hackeo” ruso, presentan las pruebas que pueden conducir no solo a aplastar este golpe dirigido por los británicos, sino enviar a la cárcel a los perpetradores de la comunidad de inteligencia de Obama, por interferir en una elección Presidencial.

La reacción histérica de los perpetradores --incluyendo la intervención directa de los gobiernos británico y australiano para exigir que no se desclasifiquen estos documentos-- llevó a que se pospusiera la orden dada por Trump. Sin embargo, el Presidente garantizó que van a ser desclasificados. A pesar de las consecuencias explosivas de la orden de Trump, los medios de comunicación occidentales no le está dando cobertura en sus páginas, sino que se han dedicado a cubrir sin descanso las supuestas escapadas sexuales cuando era un adolescente el juez postulado a la Corte Suprema, Kavanaugh, junto con el relato deliberadamente provocador y confuso de si Rod Rosenstein, Procurador General Adjunto --un participante en el golpe que nombró a Mueller como fiscal especial-- sugirió que se utilizara la 25ava enmienda para sacar de su cargo a Trump, renunció o será despedido. Tal cobertura está diseñada para desorientar a los lectores, en un momento en que es esencial que tengan claridad.

Y mientras esto sucede, se lleva a cabo la Asamblea General de la ONU, en medio de importantes iniciativas diplomáticas que van a determinar si el Nuevo Paradigma asociado con la Iniciativa de la Franja y la Ruta va a acabar con la era de las desestabilizaciones geopolíticas y las guerras.