Necesitamos un nuevo Bretton Woods para impulsar el desarrollo

¿Se cree realmente alguien que más Emisión Cuantitativa (EC) va a resolver la crisis financiera mundial galopante? ¿Creen que creando más deuda impagable, por medio un mayor volumen de EC, aumentando la impresión de dinero inorgánico de los Bancos Centrales para inyectarlo a todo el sistema, va ayudar a reconstruir un puente, un kilómetro de vía ferroviaria, o creará un empleo productivo con un sueldo que permita un buen nivel de vida? O ¿creen que más libre comercio, más privatización, y más desregulación son la clave para la prosperidad económica? Esas son las “soluciones” que propugnan las élites imperiales de Londres y Wall Street, que todavía son quienes dictan las políticas en la región transatlántica.

 Pero los axiomas que definen a estas políticas fracasadas solo producen ganancias en papel para unos cuantos, a expensas de un número cada vez mayor de vidas, que se pierden por los efectos combinados de la desindustrialización y la degeneración cultural, que ha destruido el optimismo que debiese caracterizar la perspectiva de la juventud, en vez de perderse en los opiáceos mortales y el suicidio. Los electores en todo el mundo transatlántico han mostrado que ya no confían ni creen en los pronunciamientos de los oligarcas financieros, que se aferran a estos axiomas fracasados para mantener vivo su sistema decadente.

Y muchos gobiernos del sector emergente han mostrado una desconfianza similar, y se vuelven cada vez más hacia China, y a la Iniciativa de la Franja y la Ruta que ya hoy es global, para rechazar los axiomas neoliberales y superar el desastre que les impuso esa élite que ha supervisado el “sistema poscolonial” de saqueo y destrucción.

El sistema poscolonial se hizo del control prácticamente indiscutido hace casi 50 años, con la decisión que se tomó el 15 de agosto de 1971, de separarse del sistema financiero de tipos de cambio fijos del Bretton Woods de Franklin D. Roosevelt. Desde ese momento, Lyndon LaRouche y su esposa Helga, han liderado la batalla por un Nuevo Bretton Woods, en base a unir a las principales potencias como Estados Unidos, Rusia, China, e India para que lo implementen. Con la elección de Donald Trump, quien comparte la oposición de LaRouche a las elites imperiales que dirigen este orden, se hizo posible que Estados Unidos cumpla con la misión que LaRouche señaló desde ese fatídico día de agosto de 1971.

La videoconferencia semanal de Helga Zepp-LaRouche, se transmite en inglés en la página http://schillerinstitute.com/schiller..., todos los jueves a las 3:00 de la tarde (hora del Este de Estados Unidos).