Solo un tonto ignoraría las señales de un inminente derrumbe del sistema financiero. El orden internacional se está desintegrando, debido a las acciones de los oligarcas financieros de la City de Londres y de Wall Street que buscan hacerse de mayores saqueos para alimentar a su economía especulativa de casino, y el insostenible volumen de sus deudas de todo tipo.
Lyndon LaRouche pronosticó hace décadas que esto era inevitable,
mientras que quienes dirigen el imperio financiero adoptaron estrategias
cada vez más dementes para proteger sus deudas sin valor. Cuando
terminó la división del mundo impuesta por la Guerra Fría, los
neoconservadores y los neoliberales creyeron que podrían seguir con el
chanchullo, utilizando el poder militar de Estados Unidos para imponer
un orden unilateral, basado en los mismos postulados geopolíticos que
llevaron a las dos guerras mundiales devastadoras del siglo 20. Como
respuesta a esto, las poblaciones de la región del transatlántico se
rebelaron, con el Brexit, la elección de Trump como Presidente de EUA, y
un gran número de otros ejemplos que demuestran el surgimiento de una
insurgencia plena en contra de las instituciones dominantes, incluyendo
partidos políticos y medios de comunicación.
Al mismo tiempo, el llamado de Lyndon LaRouche para un acuerdo entre las principales potencias se está haciendo realidad. LaRouche propuso una alianza entre Estados Unidos, Rusia, China e India, para formar el núcleo para establecer un Nuevo Bretton Woods. Los avances de los últimos años, centrados alrededor de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, y la elección de Donald Trump en Estados Unidos, representa la única salida, porque si los geopolíticos unilateralistas mantienen el control, el mundo tomaría el rumbo del caos financiero y la guerra.
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