Más de lo mismo

No existen los milagros. Nos hemos ido de vacaciones y a la vuelta, el calvario de nuestro sistema continúa como lo dejamos y nos encontramos con los mismos pecados que cuando nos fuimos. Todo sigue igual.
No dimite ni dios, ni siquiera Feijoo después de que se hayan publicado unas fotos en un yate en las que posa amigablemente con un conocido narcotraficante con el que reconoce que se fue de vacaciones hace unos años cuando el delincuente hacía sus negocios. Feijoo debería explicar al menos si su amigo le untaba. La crema solar con la que aparece en una de las fotos, digo.


 Todo sigue igual. Los multimillonarios se siguen llevando el dinero a Suiza, incluso las más altas instancias del Estado como la familia real. El padre del rey dejó a sus herederos más mil millones de pesetas y la mayor parte en unas cuentas en Ginebra. Además de explicar por qué Don Juan evadía impuestos, su hijo podría explicar cómo tanto su padre como él han conseguido patrimonios tan cuantiosos si llegaron a España con lo puesto. Lo suyo sí que parece el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Pero los milagros no existen.



Todo sigue igual. Los directivos que hunden empresas siguen cobrando indemnizaciones millonarias. El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, se va por voluntad propia con una liquidación de casi 2 millones de euros, 15 veces más que lo que recibirán los más de 3000 empleados despedidos por culpa de su nefasta gestión. Estrella la compañía y sale volando.





Todo sigue igual. El Partido Popular que presume 
de ser el más transparente de los partidos sigue
 sin presentar las declaraciones de la renta de su
 cúpula ni hará la auditoría externa sobre sus cuentas.
 Se niegan a sí mismos más veces que San Pedro.



Fuente: "Al tercer día, no resucitó" de Javier Gallego