LIBERTAD CONSTITUYENTE
!YA!


Mientras no exista REPRESENTACIÓN ni SEPARACIÓN DE PODERES, los partidos polĂ­ticos controlarĂĄn la naciĂłn española. El Pacto y el consenso es el enemigo nĂșmero uno de la libertad polĂ­tica.

Porque la libertad no se otorga ni adviene, se conquista. MCRC por la RepĂșblica Constitucional.


sĂĄbado, 26 de enero de 2013

Apocalipsis capitalista




Para entender el origen comĂșn de las crisis, primero hay que entender los modelos funcionales (interactivos y totalizantes) del capitalismo. ¿QuĂ© tienen que ver entre sĂ­ Wall Street y el Complejo Militar Industrial, los hambrientos de (África, Asia y AmĂ©rica Latina) y el ejĂ©rcito de desempleados por la crisis econĂłmica, con el Golfo PĂ©rsico, el CĂĄucaso y los escudos misilĂ­sticos de la nueva "guerra frĂ­a" intercapitalista?
  Respuesta: Son fenĂłmenos emergentes y causales que se retroalimentan entre sĂ­ dentro del sistema que los produce: El capitalismo.
El capitalismo no es exclusivamente un modelo econĂłmico, sino una articulaciĂłn de modelos dentro de un sistema interactivo que funciona a partir de un objetivo central: La bĂșsqueda de rentabilidad comercial y la concentraciĂłn de riqueza en manos privadas.


Como sistema totalizado, en permanente interactividad, el capitalismo se articula en cuatro modelos centrales: El modelo econĂłmico, el modelo polĂ­tico, el modelo social y el modelo mental (que expresa conceptualmente a todos los modelos juntos).

O sea, el sistema capitalista se articula a partir de un modelo econĂłmico (el sistema de producciĂłn en manos privadas), un modelo polĂ­tico (instituciones administrativas), un modelo militar (instituciones armadas) un modelo social (instituciones ordenadoras de la convivencia) y un modelo mental (instituciĂłn ordenadora del pensamiento social).

En sus distintas fases histĂłricas de evoluciĂłn y transformaciĂłn dialĂ©cticas, el sistema capitalista (en funciĂłn de la bĂșsqueda de mayor rentabilidad) se expandiĂł, traspasĂł fronteras y paĂ­ses y se "transnacionalizĂł" convirtiĂ©ndose no solamente en sistema econĂłmico dominante nivelado a escala global, sino tambiĂ©n en una lĂłgica universal vertebradora de "civilizaciĂłn dominante". AquĂ­ es do
nde comienza el Apocalipsis.


El sistema capitalista estĂĄ fundado sobre las matemĂĄticas (suma, multiplicaciĂłn y resta) y un axioma original para construir la plusvalĂ­a: Comprar barato, vender caro, y generar rentabilidad privada con el trabajo social.

Aunque para ello tenga que condenar al hambre y a la pobreza a una masa mayoritaria (y creciente) de seres humanos y destruir el planeta que los contiene.

No obstante esta realidad funcional sistĂ©mica, que forma nuestra conciencia del ser y el no ser, que estructura nuestra mente y ordena nuestros pensamientos sociales, que se proyecta en nuestra cabeza como una cosmovisiĂłn de un mundo que discurre segĂșn un "orden natural", nadie habla del sistema capitalista.
Los periodistas difunden noticias y anĂĄlisis sin el sistema capitalista, los escritores escriben libros sin el sistema capitalista, los presidentes (que gerencian el Estado capitalista) hacen discursos sin el sistema capitalista,  el humano (formado por el sistema capitalista) hace el amor, contrae enlace, tiene hijos y se divorcia sin el sistema capitalista. La lista es interminable.


 
¿Y para quĂ© el poder hace desaparecer al sistema capitalista, cuyo programa ordena y nivela a escala planetaria toda la vida humana en sociedad?

Hay mĂșltiples razones, pero sĂłlo una de fondo: Si las mayorĂ­as identificaran al sistema capitalista, cĂłmo funciona y se estructura, terminarĂ­an de un plumazo con la dominaciĂłn en sus cabezas.
Y hay un axioma de mĂĄxima: Quien no identifique al sistema capitalista en su cabeza, va a seguir pensando que el Apocalipsis es solamente una profecĂ­a bĂ­blica y una teorĂ­a "conspirativa". O sea va a creer lo que el sistema quiere que crea.

En resumen, el Apocalipsis capitalista no es una profecĂ­a bĂ­blica o una teorĂ­a conspirativa, forma parte de tu propia realidad existencial y planetaria que el sistema esconde para mantenerte en la ignorancia.

Cuando escuches sobre un nuevo terremoto o una tragedia masiva, crisis econĂłmica global o conflictos militares por los mercados, solo estarĂĄs viendo una nueva parte descompuesta del Apocalipsis. Hasta que llegue el desenlace por acumulaciĂłn de contradicciones.

Y no serĂĄ la obra de Dios o del Diablo, sino un emergente (extremo) del sistema. Pura lĂłgica matemĂĄtica.


Fuente: Texto de Manuel Freytas, periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario