
Ciegas ante esta realidad, las élites económicas y políticas siguen poniendo en el centro del sistema global al sector financiero y sus alucinaciones. Un ejemplo más de ello es lo que se ha llamado la crisis de la deuda soberana que están atravesando diversos países europeos. En el caso español, todavía en el año 2007 la deuda pública suponía aproximadamente un tercio del PIB y los intereses sobre la misma se mantenían relativamente bajos. Hasta que especular sobre la misma se convirtió en un mecanismo tremendamente eficaz de transferencia de recursos públicos hacia los bancos y el sector financiero. Así, en lugar de financiar directamente a los estados a través del Banco Central Europeo (BCE), damos dinero público a bancos privados (españoles, alemanes, franceses, etc.) a través del BCE a menos de un 1% de interés para que nos lo vuelvan a prestar mediante la adquisición de títulos de deuda pública española a un 6% de interés o más. Una estafa redonda que ha permitido trasvasar inmensas riquezas públicas hacia el sector financiero disparando la deuda pública (que en 2013 ya representará el 90% del PIB) bajo el peso de intereses usureros e insostenibles.
La deuda pública se ha convertido de esta manera en un excelente bote salvavidas para los bancos españoles y extranjeros que crearon la tormenta financiera ganando colosales sumas de dinero a costa de generar una burbuja inmobiliaria que ha puesto en riesgo al conjunto de la economía española. Mientras acumulaban capital, la regla era no intervenir y dejar que la mano invisible del mercado actuara sin frenos. En cuanto ha explotado la burbuja y los bancos se han encontrado con un sinfín de activos inflados y sin valor, el sector público ha intervenido masivamente para salvarles y aportarles liquidez. Una única entidad bancaria (Bankia) ha recibido ayudas por un importe (33.000 millones de euros) que triplica los recortes anunciados en educación y salud. Más allá de las ayudas directas, invertir dinero público cedido por el BCE prácticamente gratis en deuda pública a intereses elevados es otro de los principales mecanismos que permiten a los bancos sanear sus cuentas. Sigue...
Fuente: Artículo "Los banqueros primero" por Giorgio Mosangini
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