
Cualquier mensaje que envíes a un colega para quedar en una mani puede ser considerada un delito penado con la cárcel porque si la concentración se va de las manos o si alguien se resiste a la autoridad, podrías ser considerado responsable de haber convocado una grave alteración del orden, aunque sea la policía la que altere a la muchedumbre con cargas brutales, aunque sea la policía la que se infiltre en las manifestaciones contribuyendo al caos como hemos visto en vídeos o aunque sean las propias autoridades las que hayan alterado gravísimamente al personal con recortes que alteran gravemente el orden sanitario, educativo y de derecho en el que vivimos. Aunque las autoridades alteren gravemente al personal quitándole hasta el derecho de alterarse, las autoridades no serán las autoridades sino tú por alterarte. No te alteres, no te indignes, no te muevas, no hables, no pienses, es delito. No respires.

Se nos acaban las posibilidades. Sólo nos queda dispararnos una pelota de goma. Si no podemos salir a la calle y tampoco encontrar casa ni trabajo en el que resguardarnos de otros criminales como nosotros, ya me dirás tú donde nos metemos. En Laponia, imagino. Aquí se muere el estado del bienestar. Lo han matado de un pelotazo de goma en la sien. Pero ya le han encontrado sustituto: el Estado Policial. Esto sí que pide una manifestación a gritos, ahora que todavía no es delito decirlo.
"Soy un criminal", por Javier Gallego para carne cruda el 12 de Abril de 2012.
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