Cuanto más grande, mejor. Esta ha sido hasta hace muy poco la forma de pensar más común en muchos aspectos de la vida, incluida la decisión de escoger nuestro banco. Se ha llegado a entender que el tamaño hace a un banco automáticamente más seguro, y también más capaz de aportar valor a la sociedad, por una supuesta capacidad para prestar más crédito.
Por su parte, los resultados de un reciente estudio, que comparaba las principales magnitudes de los 29 mayores bancos del mundo, las llamadas entidades sistémicas, con las de otros bancos éticos y sostenibles como Triodos Bank, de pequeño y mediano tamaño, también rebaten la supuesta mayor seguridad de las primeras. Realizado para la Alianza Global para una Banca con Valores (GABV), este trabajo recoge aspectos como que las entidades de banca con valores cuentan con una mayor solvencia que los grandes bancos, o prestan a empresas de la economía real una mayor proporción de los fondos de su balance.
Se observa así la importancia de contar con un sistema bancario constituido por una rica ecología de bancos de distintos tamaños. De la misma forma que en la naturaleza la biodiversidad proporciona una mayor resistencia ante las dificultades, un nuevo ecosistema financiero más diverso contribuiría a una economía más sostenible.
Gracias a avances como las nuevas tecnologías, dentro y fuera del sector financiero cada vez se tiene más presente el valor de lo pequeño, que puede llegar a tener un impacto significativo o incluso global. Es lo que plantea el video de Triodos Bank Small the new big. Objetivos tradicionales como la obtención exclusiva del máximo beneficio, deben dar paso a proyectos que, con independencia de su tamaño, favorezcan la economía real y una sociedad más próspera y justa. Un cambio que puede tardar en consolidarse, pero que parece inevitable.
Fuente: Comunidad Triodos
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