1. Nuestras medidas han aliviado las restricciones de
financiación de las entidades que deciden renovar o ampliar sus
préstamos a empresas y hogares, eliminando así un obstáculo para el
crecimiento.
Absolutamente falso. El BCE no le ha dado dinero a los bancos para que
se lo presten a empresas y familias, sino para tapar sus enormes
agujeros. De hecho, hoy día los bancos españoles dan menos créditos que
nunca en la historia reciente. Es más, España está a la cola mundial de
acceso al crédito según el Foro Económico Mundial. ¿Cómo puede el señor
Draghi mentir tan descaradamente y quedar impune? ¿Y por qué los
periodistas repiten su discurso sin cuestionar la veracidad de sus
palabras?
2. El primer elemento clave ha sido reducir nuestro tipo de
interés oficial hasta el 0,75 %, un nivel sin precedentes en
prácticamente todos los países de la zona del euro.
Se le olvida comentar que el tipo de interés oficial de EEUU está mucho
más bajo, concretamente en el 0,25%; que el de Japón está en el 0,1%; o
que el del Reino Unido esté en el 0,5%, entre otros.
3. En particular, las dificultades se derivan de los grandes
desequilibrios existentes en sectores altamente endeudados y de la falta
de saneamiento de las finanzas públicas en algunos países de la zona.
Es decir, para Draghi la culpa de la crisis europea la tienen los
sectores que se han endeudado y las administraciones públicas que han
gastado más de lo que han ingresado. Con respecto a esto, hay que
decirle a Draghi unas cuantas cosas.
En primer lugar, en España los sectores más endeudados han sido las
grandes fortunas y las grandes empresas, cegados por un ansia de
ganancias que obtenían a través de una especulación desorbitada con
apalancamiento financiero. En cambio, la mayoría de las familias menos
adineradas que se endeudaron lo hicieron para comprar una vivienda de
primera residencia (que es un derecho recogido en nuestra Constitución)
obligados por los bajos salarios y el elevado precio de las viviendas. Y
sin embargo, las grandes fortunas y las grandes empresas no se están
viendo perjudicadas por los recortes a los que obliga el BCE, sino todo
lo contrario: los millonarios españoles están engrosando sus fortunas
durante la crisis (en algunos casos se han incrementado en un 50%), y
los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en Bolsa
no paran de aumentar (diez de ellas han batido en 2012 su récord de
beneficios). Por lo tanto, quienes están pagando los platos rotos son
otros: la mayoría de la población que apenas se benefició de la burbuja
inmobiliaria.
Mario
Draghi, presidente del Banco Central Europeo, había sido
vicepresidente para Europa de Goldman Sachs, con cargo operativo, durante el
período en que se practicó la ocultación del déficit. De hecho, en junio de
2011, Draghi fue preguntado en el Comité Económico del Parlamento Europeo por
sus actividades en Goldman Sachs, en relación al ocultamiento en Grecia.
Además, este elevado endeudamiento fue permitido y facilitado por la
estructura y normas de la Unión Europea, de la cual el BCE es la
principal institución responsable por ser la autoridad monetaria de la
Eurozona. Si la culpa es del endeudamiento, y la responsabilidad del
endeudamiento es del BCE, entonces Draghi debería culpar a su propia
institución de la crisis europea, y no a los sectores endeudados.
Por otro lado, Draghi culpa a las administraciones públicas por no estar
saneadas. Pues bien, la de España estaba sane
4. Los países de la zona del euro han reducido casi a la mitad
sus déficits presupuestarios […]. Excluidos los pagos de intereses, el
déficit primario del conjunto de la zona del euro fue prácticamente nulo.
Lo que está diciendo Draghi es que, de media, los países de la Unión
Europea presentan déficit simplemente porque pagan intereses por haberse
endeudado en el pasado. Si no pagaran intereses, no tendrían déficit. Y
si pagaran muchos menos intereses, apenas tendrían déficit. Lo que no
dice Draghi es que esos intereses serían muchísimo más reducidos si la
institución de la que es presidente, el BCE, financiara a los Estados en
vez de hacerlo a los bancos privados para que éstos financien a los
Estados (obteniendo un beneficio por ello). Es decir, en la mano del BCE
estaba y está la posibilidad de que los países europeos tengan un
déficit mucho menor (y menor prima de riesgo, y menor necesidad de
recortar gastos y subir impuestos), pero nunca lo ha querido hacer
porque prefiere dar el dinero a los bancos privados para que sanen sus
heridas.
5. El déficit por cuenta corriente de España se ha reducido
considerablemente, desde casi el 10 % del PIB en 2008, hasta
aproximadamente el 1 % en 2012.
Cierto, pero Draghi olvida intencionadamente explicar por qué ocurre
esto. El saldo por cuenta corriente es la diferencia de lo que vende
España al extranjero con lo que compra al extranjero. Durante la burbuja
inmobiliaria España presentó un déficit creciente, porque compraba más
cantidad de productos y servicios al extranjero de los que vendía. Hoy
día esa diferencia se está reduciendo, pero no porque España esté
vendiendo mucho al extranjero, sino porque ahora compra muchísimo menos
debido a la caída del consumo privado de las familias españolas (en 2009
las importaciones se redujeron en un 27%). Es decir, el déficit
comercial se está reduciendo porque ahora somos mucho más pobres y
compramos menos cosas al resto de países.
6. El peso de las exportaciones en el PIB se incrementó en unos 10 puntos porcentuales en España.
El peso de las exportaciones en el PIB (X/Y) depende de la evolución de
las exportaciones (X) pero también depende del tamaño del PIB (Y). Es
decir, el indicador puede aumentar porque aumenten las exportaciones o
porque disminuya el PIB, o ambas cosas. En el caso español, aunque es
cierto que las exportaciones han crecido, la caída del PIB ha destacado
aún más, por lo que el indicador ha mejorado en buena parte gracias a
que el PIB español es mucho menor ahora que antes, y no tanto porque las
exportaciones estén aumentando.
7. El BCE está contribuyendo activamente a una reducción del
riesgo de naturaleza macroeconómica: estabilizando firmemente las
expectativas de inflación.
Ése es precisamente el problema: la obsesión del BCE por controlar la
inflación, para lo cualestá estrangulando (conscientemente) a la
economía europea. En Estados Unidos la inyección de capital ha sido
mastodóntica así como la bajada del tipo de interés oficial y la
inflación no ha aumentado en absoluto. Como ya expliqué en un artículo
anterior, en etapas de recesión como la actual un aumento de la oferta
monetaria no provoca inflación.
8. Tras exponer brevemente nuestra actuación, escucharé con
gran interés sus opiniones sobre la economía europea, las políticas del
BCE y el futuro diseño de nuestra unión económica y monetaria.
Hasta en eso mintió, porque cuando el diputado de Izquierda Unida
Alberto Garzón expuso la visión que tiene su grupo parlamentario sobre
el asunto, Draghi se limitó a contestar contrariado con un: “¿cuál es la
pregunta? Y no dijo nada más. Demostró de esa forma que no le importaba
en absoluto la opinión de nadie. Él había ido al Congreso a sentar
cátedra, no a debatir.
Fuente: eduardogarzon.net
Fuente: eduardogarzon.net
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