La ley de la oferta y la demanda –que es
inmutable en economía- ha modificado el mercado a pesar de todos los
intentos por controlar la situación, provocando caídas que van desde el
35% al 50% en el valor de las viviendas. No obstante, esta caída del
valor no se ha visto reflejada con carácter general en los precios
reales de compra venta. Esto se debe a que las cajas y bancos han
acumulado una ingente cantidad de pisos y suelo, y para ellos aceptar
las pérdidas reales en sus balances hubiera supuesto que, todos sin
excepción, se fueran al garete.
La jugada maestra se llama “Banco Malo” y a falta de conocer sus reglas
exactas que están negociándose durante estos días, se resume del
siguiente modo: El Estado crea una entidad (“Banco Malo”) que asume
todos los activos tóxicos (viviendas y suelo) de las cajas y bancos
pagando por ellos el valor que tienen contabilizados estos en sus
balances, con una minoración máxima (del 35% para los pisos terminados y
el 60% para el suelo) para sanear las cuentas del sistema financiero e
ir vendiendo desde esta nueva entidad pública todo ese stock de
inmuebles con el paso de los años.
Las claves de esta operación a gran escala son las siguientes: Las cajas
y bancos han asumido por decreto nuevos valores para sus activos
tóxicos (minoraciones máximas del -35% pisos y -60% suelo). Y tras el
nuevo panorama contable los que no han pasado la prueba del algodón han
sido (o lo serán) nacionalizados con el dinero del rescate mientras que
las cajas y bancos más solventes mantienen su independencia pero también
han recibido fondos adicionales, a través del FROB (Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria) con el pretexto de fusionarse entre
sí o adquirir cajas en apuros. Unos y otros han recibido (o recibirán)
dinero de los ciudadanos se mire por donde se mire.
Sin embargo todos ven oportunidades en el “Banco Malo”: los bancos y
cajas quieren ser los que tasen de nuevo los precios antes de cederlos,
las inmobiliarias quieren comercializarlos y los constructores se
conforman con que se los quiten de las manos. Y aunque no se fían los
unos de los otros, sí que están completamente de acuerdo en que el
“Banco Malo” debe asumir la diferencia entre el valor de cesión y el
precio de la venta final. A modo de ejemplo en Irlanda, con una burbuja
similar a la nuestra, los activos tuvieron una depreciación final del
60% y el “Banco Malo” –los ciudadanos irlandeses- asumieron todo el
margen de pérdida.
Efectivamente el “Banco Malo” - el estado, todos los españoles- vamos a
pagar –por segunda vez- la fiesta de la burbuja inmobiliaria. Los pisos
bajarán de precio sí, pero los márgenes de bajada la pagaremos entre
todos; nuevos jóvenes podrán comprar casa sí, pero el sistema se ha
asegurado que la diferencia hasta hacer sostenible este gran timo Ponzi,
corra de nuestra cuenta.
Fuente: diarioprogresista
Encantado de compartirlo todo, pero señores hay que citar correctamente las fuentes:
ResponderEliminarhttp://raulolivan.com/2012/08/26/el-banco-malo-el-timo-ponzi-mas-grande-de-la-historia/