Cerca de 1,3 millones de personas que afrontan inseguridad alimentaria severa en Sudán del Sur, mantienen en alerta al Programa Mundial de Alimentación (PMA), debido a que la situación conllevaría a que los habitantes padezcan hambruna. El PMA, la mayor institución humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), prevé que en los próximos tres meses un tercio de los habitantes tendrá una necesidad crítica de ayuda humanitaria. Agregó que el problema forma parte del conflicto étnico.

Sudán del Sur celebra su libertad en medio de una crisis abierta entre simpatizantes del exvicepresidente (depuesto de su cargo en julio) y el presidente actual, que amenaza con reabrir las heridas tribales. Ya a finales de mayo, las agencias humanitarias y el Gobierno del país africano advertían que la región se enfrentaba a la la «peor hambruna conocida hasta la fecha», similar a la que a mediados de los ochenta se cobró más de 400.000 vidas en Etiopía.
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