
Tal empobrecimiento ha ocurrido también en el sector financiero. Las instituciones financieras Argentaria, Banco de Crédito Industrial y Banco de Crédito Agrícola, hoy parte del BBVA, eran altamente rentables cuando fueron privatizadas. En realidad la privatización del crédito ha dificultado enormemente la misión que tiene el Estado de garantizar la disponibilidad del crédito como medida necesaria para estimular la actividad económica. La única institución que tiene como objetivo primordial esta garantía de crédito, es el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que, por cierto, es rentable, presentando unos beneficios anuales de 20 millones de euros. Su tamaño es excesivamente limitado y un gobierno progresista debería haber estimulado su desarrollo y transformación en una banca pública que hubiera garantizado la disponibilidad de crédito, uno de los mayores obstáculos para que la economía española se recupere. Es decepcionante que el gobierno Zapatero, cuyo equipo económico ha estado imbuido del dogma neoliberal, no haya considerado el establecimiento de tal banca pública, y también es frustrante que el candidato Rubalcaba haya rechazado la propuesta de que se estableciera la banca pública en España, una de la mayores condiciones para que la economía española se recupere. En cuanto al mayor partido de la oposición, el partido Popular, sus propuestas de desregular el sector bancario y su deseo de continuar la privatización de las cajas de ahorros dificultarían todavía más la disponibilidad de crédito y, por lo tanto, la recuperación económica.

El crecimiento sostenido de las economías pasa por el aumento del gasto público, cosa que no se está dando, ya que está siendo recortado o ajustado, como quieran llamarlo los partidos del PSOE o del PP.
Fuente: Nueva tribuna
No hay comentarios:
Publicar un comentario