2012, es la fecha señalada por la civilización maya para el fín del mundo por lo cual Roland Emmerich se dispone a ir un paso más allá y ofrecernos su particular visión del apocalipsis. Todo un despliegue de efectos especiales cuya finalidad es entretenernos mientras vemos como se destruyen los monumentos más significativos del mundo. Esa es la especialidad del cineasta, y en esta ocasión promete poner toda la carne en el asador. Aquí os dejo el tráiler:
No hay comentarios:
Publicar un comentario