Todos somos culpables, aunque sea en mayor o menor medida, de permitir la ocupación de Cataluña por parte de los estatalistas catalanes, cuando adoctrinan en las escuelas y medios de propaganda en canales de TV y radio, y callamos; cuando utilizan la mentira para manipular la historia, y lo consentimos; cuando utilizan la violencia para conseguir sus fines, y miramos hacia otro lado. Actuando de este modo, damos nuestro consentimiento a los que quieren destruir España y su unidad histórica, aceptamos que dividan la Nación y traicionamos a nuestro antepasados que lucharon por su patria.
En defininiva, toleramos la maldad, la injusticia y la mentira, y eso es lo peor que puede hacer un hombre. Porque el separatismo catalán sólo se alimenta de grandes mentiras, igual que todo ese estado de cosas que llaman el "procés" o los Països Catalans, que buscan implantar en lo que siempre ha sido una región de España un nuevo régimen supremacista y totalitario. El gobierno de España y el Estado de partidos ya nos han traicionado, porque Pedro Sánchez es presidente gracias a los votos de los separatistas que le dan su apoyo para implantar su agenda y llenar sus pesebres con el dinero de todos los españoles.
Esta situación es debida a que no elegimos al presidente del ejecutivo directamente todos los españoles, sino que son los diputados puestos a dedo por los jefes de los partidos estatales, los que de forma proporcional al número de votos conseguidos por su partido eligen al presidente, que de esta manera, no representará a la Nación, sino a los partidos del Estado. Ahora depende de nosotros librarnos de los enemigos de la Nación y de los partidos del Estado, para que el país prospere y salga de la ciénaga en que nos ha metido esta oligarquía de partidos apátrida. Cuando votas al régimen de partidos estatales eres culpable de traicionar a la Nación y a los que dieron su vida por ella. No votes al Estado de partidos porque son los enemigos de la Nación y de la libertad política. La abstención activa es fundamental donde no hay libertad.
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