En lo único que están de acuerdo los caudillos estatales es en impedir la libertad política del pueblo para elegir la forma de gobierno y la forma de Estado en un período de libertad constituyente, por eso se repartiran proporcionalmente el poder estatal sacrificando en el altar del Estado la libertad política del pueblo español.
Por otra parte, impedirán que nominemos al presidente de Gobierno directamente para el poder ejecutivo, de ahí que pacten un caudillo estatal entre los oligarcas, repartiendose cargos, prevendas y reinos de Taifas, traicionando a la sociedad civil que dicen representar.
El Estado de partidos no está basado en la libertad política por eso nunca nos conducirá a la democracia, por muchas monsergas regeracionistas o reformas hagan en su corrupto y putrefacto régimen de partidos.
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