La PAC ha sufrido diversas
reformas y todas ellas no han hecho otra cosa que avanzar hacia un
abandono gradual pero inexorable de las llamadas políticas de mercado o
políticas de precios, es decir, todo aquello que en palabras de la UE
tenía por objetivo “orientar la producción agrícola y estabilizar los
mercados”. El resultado ha sido, la desregulación de la producción y la
desestabilización de los mercados alimentarios dejándolos mucho más
expuestos a los vaivenes del mercado mundial alimentario y causando la
desaparición de centenares de miles de agricultores/as y formas de
producción familiar. Esta situación puede empeorarse en los próximos
años si realmente fuera aprobada la propuesta del Tratado de Comercio e
Inversiones entre Estados unidos y Europa (TTIP) así como otros Tratados
de libre comercio.
Presentación de la encuesta ‘De agricultor a consumidor’, elaborada
por Amigos de la Tierra que demuestra que la ciudadanía quiere
alimentación de calidad, local y ecológica.
En los últimos 50 años, nuestro sistema alimentario se ha vuelto más
globalizado y mucho más dependiente del uso de materias primas baratas,
insumos químicos y procesos de mecanización. Las consecuencias
sociales y medioambientales son devastadoras y al mismo tiempo, como
consumidores, nos resulta cada vez más difícil saber qué es lo que
compramos, quién lo ha producido y de dónde procede. Es muy
pertinente hoy en día reflexionar sobre las orientaciones que le
queremos dar a la PAC, tanto en el marco de la implementación de la PAC
actual, como en su próxima revisión que se iniciará pronto.
Más información: Amigos de la tierra
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