El “comité de expertos” insiste en la necesidad de recortar las pensiones públicas y potenciar los fondos de pensiones privados. No es casual. Detrás de los fondos de pensiones privados hay un gigantesco negocio en manos del gran capital financiero. Su objetivo es explotarlo a conciencia, y para ello deben destruir el sistema público de pensiones.
La forma de traspasar esa enorme riqueza desde nuestros bolsillos a sus cuentas de resultados es destrozar premeditadamente las pensiones públicas, y expandir el negocio de los planes de pensiones privados. Los fondos de pensiones privados en España acumulan un patrimonio del 7,5% del PIB. Muy lejos del 75% que es la media de los países de la OCDE,y ahí es donde está el nicho de beneficio que esperan los poderes financieros.Nos dicen que las pensiones “están en quiebra”, “son insostenible”… Una afirmación cierta, pero no las pensiones públicas, que gozan de buena salud, sino para los fondos privados. Los fondos de pensiones son uno de los principales mecanismos de acumulación y revalorización del capital financiero. A través de sus contribuciones, descontadas directamente de la nómina de millones de trabajadores, las grandes burguesías se apropian del ahorro individual de la población, acumulan ingentes cantidades de capital, que disponen según sus intereses de revalorizar sus ganancias.
Los activos globales acumulados controlados por los fondos de pensiones representaban al cierre del pasado año el 72% del PIB mundial. Una gigantesca cifra arrancada mes a mes de la nómina de millones de trabajadores en todo el mundo.
Los grandes capitales que controlan los fondos de pensiones privados
invierten el ahorro de millones de trabajadores en activos financieros
de alta rentabilidad. A través de ellos se controla el 35% de las
acciones mundiales, con su consiguiente apropiación de dividendos. Los
fondos de pensiones son, muy cerca de los fondos de inversión y muy por
encima de los fondos de alto riesgo, el principal vehículo para la
exportación de capital de las grandes potencias.
Por esta
importancia estratégica, los fondos de pensiones son uno de los
vehículos financieros con mayor crecimiento durante los últimos veinte
años. Si entre 1995 y 2000 duplicaron con creces sus activos –pasando de
4,9 a 11,5 billones-, entre 2001 y 2008 volvieron a más que duplicar su
patrimonio –desde los 11,4 a los 28 billones-.
Pero el estallido
de la crisis ha colocado al borde de la quiebra, especialmente en EEUU,
a una buena parte de los fondos privados de pensiones.
Desde el
inicio de la crisis, los fondos privados de pensiones de los países de
la OCDE han perdido un 30% de su valor. Y la mitad de esas pérdidas
corresponden a EEUU. Hasta 31 estados norteamericanos están bajo la
amenaza de quedarse pronto sin dinero para pagar las pensiones
prometidas por su sistema de capitalización. Un agujero cuantificado en
alrededor de un billón de euros.
Por eso ahora tienen la extrema
urgencia por apropiarse del botín de las pensiones, no ya en países del
Tercer Mundo, como hicieron en los años ochenta o noventa, sino en
mercados mucho más suculentos como el español.
Fuente: deverdaddigital
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