Si alguién en su sano juicio cree que la persona que salga ganadora en estos comicios, presuntamente demócraticos, nos sacará de la crisis-estafa o que creará puestos de trabajo que no sean en terminos de semiesclavitud, etc., repito si algún españolito de a pie se cree que su vida va a mejorar sustancialmente después del 20N, ya puede ir bajando de las nubes y aceptando la cruda realidad.
Después de la retirada de la propuesta de referendum del primer ministro griego, Yorgos Papandreu, presionado por los mercados o banca, que representa el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la cancillera alemana, Angela Merkel, creo que queda bastante claro a que dictado tienen que obedecer los gobiernos. Los mercados han alcanzado unas cotas de poder inimaginables y ejercen el poder político, económico, militar y mediático y se sirven de la deuda para debilitar el estado democrático de los gobiernos hasta perder su soberanía.
Incluso aquí en Españistán se llegó a modificar la sagrada Constitución, sin referendum, ya que fué impuesta por los mercados internacionales, y concretamente por Jean Claude Trichet, presidente en esos momentos del BCE. Y es que todo apuntaba que Jean Claude Trichet mandó una carta al Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que se le exigía esta reforma Constitucional para imponer un límite de gasto y de endeudamiento a las administraciones públicas, si quería que el máximo organismo financiero europeo siguiera comprando deuda pública española.
El apetito de los mercados es insaciable, capaz de chantajear a los gobiernos, no se frenará ante los ciudadanos del mundo porque desprecia la democracia y cuenta con la cobardía de aquellos que temen perder sus poltronas, la clase política que es subvencionada por la banca, lamentable pero cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario