
La operación militar aliada en Libia marca un cambio estratégico importante. Washington ha renunciado a una guerra de ocupación y ha subcontratado a sus aliados las futuras operaciones en tierra. Pero es evidente que el Nobel de la Paz, Barack Obama, no quiere dar la imagen de un presidente que dirige a su país a una tercera guerra en el mundo musulmán después de Afganistán e Irak. En este contexto, la OTAN se convertirá en la estructura de coordinación militar por excelencia, en la que Rusia o incluso más tarde China deberán participar. En fin, que si se decidiera crear el Premio Nobel de la Hipocresía no le sería difícil al ilustre Comité Noruego escoger a quién otorgárselo.
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