Nos metemos a analizar a fondo el escenario terrorífico que le va a caer a España de la mano de su inseparable y antidemocrático R78. Analizamos la actualidad poniendo las luces largas, investigando al tiempo los nuevos peligros que enfrenta el país de quedar dividido y repartido entre otras naciones extranjeras, o ver nacer de una vez un auténtico sistema representativo fundamentado en la Nación Política de todos.
El régimen del 78 se hunde con el Estado de Partidos y con la organización
territorial de las autonomías creada por éste para repartir a trozos el
país entre la oligarquía política nacional y regional para colocarlos a todos con sueldos del Estado. No hubo
razón ni política, ni económica , ni social alguna para el troceado
autonómico del país, salvo la ambición de prebendas y privilegios de Estado de los cargos políticos y sus amigotes, que después de haber conquistado el Estado como bien patrimonial
de los partidos estatales, se dispusieron a repartirse España como si fuera un solar. Han convertido España en un infierno fiscal, somos el tercer país de la OCDE con el mayor esfuerzo fiscal sobre la familia y sobre la clase trabajadora. Nos suben los impuestos, mientras mantienen intacto el despilfarro público, como por ejemplo, las duplicidades entre administraciones públicas que suponen 36.000 millones de euros anuales. 3.000 empresas públicas que sólo sirven para enchufar a legiones de amigos, parientes y correligionarios, y que nos cuestan 15.000 millones de euros. Por no hablar de la educación y la sanidad, que con el traspaso de estas competencias a las comunidades autónomas, se ha incrementado el costo en un 60%, debido a las duplicidades y a las barbaridades que se han cometido, sin embargo, la calidad en la educación y en la sanidad no han hecho más que empeorar desde entonces.
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