Presentado por Rubén Gisbert, y editado por Alberto Muñoz.
Lo Inherentepor Antonio García-Trevijano. LA RAZÓN. JUEVES 3 DE MAYO DE 2001
Apesar de su enorme importancia en los procesos de transición, el
pensamiento político no ha reflexionado sobre los fenómenos de
inherencia y de adherencia que causan los cambios rápidos en la forma de
Estado y de Gobierno. Este tema me llamó grandemente la atención cuando
caí en la cuenta de la diferencia que existe entre las adhesiones a los
principios eternos del Movimiento, que reclamaba y obtenía la
dictadura, y las inhesiones producidas en la Transición al Estado de
Partidos: la demagogia y el consenso. Mientras que aquellas eran
incidentales y adhesivas, sin afectar a la médula de un Régimen de poder
causado y basado en la fuerza vencedora en una contienda civil, las
inherencias de demagogia y consenso han sido accidentales e inhesivas,
en la materia y substancia de un sistema político nacido y basado en el
fraude a la democracia, en nombre de la libertad.
Las adherencias y las inherencias vitales son modos de existencia
política inauténtica. Moral y espiritualmente viven de otro o en otro.
Ambas son contrarias a la existencia en sí, que es propio de la
subsistencia. Aunque ninguno de esos modales sea esencial, tampoco es
fortuito. Pues tanto el incidente adhesivo como el accidente inhesivo
son actos intencionales e intencionados. Ambos son consustanciales de
una falsedad ajena. Antes se era «adicto» al Régimen de Franco por razón
de soberbia, miedo o conveniencia. Hoy se está «inicto» en el Sistema
monárquico por connivencia.(Sigue)
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