La ideología liberal ha venido sosteniéndose sobre unos cuantos mitos y
falsedades
que necesitamos desenmascarar y arrumbar definitivamente. En su libro
"El espejismo de la economía: análisis de una ciencia bajo
sospecha", el profesor de Filosofía Luis Martínez de Velasco nos propone
hacer un análisis de la economía desde el punto de vista de la
Filosofía Moral.
La economía debería supeditarse a la convivencia y el
Estado, como sostuvo Keynes, ser el garante de la equidad.
Aceptar como
algo normal, por ejemplo, que la propiedad privada ha de imponerse a la
propiedad pública en nombre de la sagrada libertad o que una minoría de
individuos puede decidir s
i
una mayoría trabaja o no, si puede alimentarse o no, si tiene acceso a
bienes absolutamente básicos o no
equivale, en cuanto a irracionalidad,
a creer en la brujería o en la posesión diabólica. Algún día veremos
los bancos o los consejos de administración de una empresa como
artefactos inútiles exactamente igual que un hacha de sílex, una
pirámide o una ballesta medieval.
Uno de los mitos más repetidos a lo largo de la historia del pensamiento
económico liberal consiste en afirmar que el caos derivado de una
búsqueda individualista de intereses particulares y contrapuestos
acabará generando una espléndida armonía final. Este mito infantil, que
se aferra a una especie de providencia, es implacablemente desmontado
por Keynes. El caos solo genera más caos. Y aunque las propuestas
keynesianas se quedan, a veces, a medio camino, su orientación general
es correcta. A menos que los seres humanos se unan para un objetivo
común, escribe Keynes, cada uno irá por su lado en una búsqueda
caótica de intereses individuales, lo que llevará rápidamente a la
destrucción del conjunto. La muy célebre mano invisible ni funciona en
la actualidad ni funcionó en tiempos de Keynes. En realidad, no ha
funcionado nunca.
Luis
Martínez de Velasco es profesor de Filosofía de Instituto (Getafe) e
imparte cursos de doctorado en el departamento de Filosofía Moral y
Política de la Facultad de Filosofía de la UNED. Ha dedicado parte de
sus escritos a la conexión entre la Economía y la Ética y, en este
sentido, ha publicado Ideología liberal y crisis del capitalismo (1988),
La casa de cristal. Hacia una subversión normativa de la economía (en
colaboración con Juan Manuel Martínez Hernández, 1993), y Mercado,
planificación y democracia (1997).
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