Guennadi Mojnenko es un sacerdote que comenzó alimentando a los niños de
la calle en Ucrania y acabó por adoptar a decenas de ellos y fundando
el que fue el centro de rehabilitación de menores más grande en el
territorio de la antigua Unión Soviética. Hoy viaja a Kenia, en el
corazón de África, para intentar llevar a cabo la misma labor con niños
africanos, que crecen en condiciones mucho más duras. Por primera vez lo
hace con tres de sus hijos adoptivos, que conocerán a su 'hermano'
africano.
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