El FMI reconoce el "esfuerzo" que está haciendo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para reducir "las rigideces" del mercado laboral.
Pide una reforma laboral que rebaje a la vez el coste del despido y que eleve la productividad.
También pide medidas adicionales para reducir el déficit, como elevar el IVA y los impuestos especiales (en particular sobre los carburantes) y recortar las inversiones y el gasto en funcionarios, la nómina total del sector público.
Por eso pide a las autoridades españolas que no se rindan a la hora de sacar adelante las reformas lanzadas.
Todo esto entra dentro de la estrategia de manipulación que el FMI siempre ha aplicado en istintos países del mundo, encaminandolos hacia un retroceso de los derechos sociales y laborales y el desmantelamiento de los servicios públicos, para poco a poco ir derivandolos hacia una política de privatización la cual, no se hará cargo de los ciudadanos que no puedan pagar.
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