Debido a la crisis política que esta viviendo Costa de Marfil desde el pasado noviembre, y que ha provocado el cierre de muchas escuelas en todo el país, los niños siguen siendo rehenes de un conflicto político creado por sus mayores, y son expuestos al reclutamiento por grupos armados y víctimas de violencia sexual. Ante la inestabilidad gubernamental de Costa de Marfil, la infancia es siempre la más vulnerable, por eso apelo a la conciencia de los líderes de la comunidad internacional para que protejan los derechos de estos niños, cuya situación se ve agravada por la pobreza crónica que sufre este país sumido en una guerra civil.
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